Suplemento narrativo
La viejita estaba sentada ahí cuando se le acercó este tipo; un tipo de pelo negro greñudo, larguisimo, pajoso, la barba crecida y las ropas sucias. Polerón negro y jeans, el pelo amarrado sobre su escueta anatomía. Llevaba un sospechoso maletín.
¿Sabe que, abuela? - Le dijo sentandose a su lado.
Ella la miró con los ojos como de huevo, sin entender ni un solo movimiento.Me obsesiona tu vejez. - Le confesó sincero al oído.
La viejita palideció y en un respingo alarmado abrió la boca reseca como para decir algo, o quizas para gritar, pero asi quedó.
Boquiabierta.
Con los ojos como de huevo.
Sacó una enorme camara vieja del bolso y el desgraciado la filmó, en una banca de la plaza.
Ninguno de nosotros creyó que estaba realmente muerta, oficial...
hasta que la vimos por la tele.
Me pasmó la narración, buenísima!
Un beso, desde los suburbios del anochecido Concepción
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